Los fondos de inversión son productos financieros muy estables en su gran medida. Y puede ser que dependiendo del momento vital en el que te encuentres, quieras vender tu fondo de inversión actual e invertir en otro, o tal vez llevarte toda la liquidación sin más. Pero, ¿cómo se lleva a cabo?
Vender un fondo de inversión
Sucede cuando el partícipe decide vender un fondo de inversión. Ya sea porque:
- Sus objetivos de inversión cambian y necesita proceder al traspaso.
- Las comisiones del fondo de inversión sean muy altas y por tanto, decida el traspaso.
- Necesita el dinero con urgencia. Debido a la completa liquidez de los fondos de inversión, el rescate definitivo no supone ningún problema.
- El fondo de inversión no se comporta como debiera o no mantiene la política de inversión inicial que nos llevó a decidir colocar nuestro dinero en el mismo.
El traspaso
La venta de un fondo de inversión puede llevarse a cabo de dos maneras. Una es a través del traspaso del fondo. Que no es más que vender el fondo para suscribirte inmediatamente a otro. Lo curioso de este caso es que la operación de venta no tiene repercusiones fiscales de ningún tipo. Más que nada porque no se considera el reembolso definitivo.
Para llevarse a cabo, el partícipe solo debe de dirigirse a la sociedad gestora del fondo de inversión para que lleve a cabo el traspaso. Esta forma de venta es muy popular, sobre todo porque no deshaces la inversión y, por tanto, no tienes que rendir cuentas con la Agencia Tributaria.
Los traspasos pueden hacerse entre fondos de la misma gestora o no. En el primer caso, los trámites son más sencillos y rápidos (un máximo de tres días hábiles). Si el traspaso se realiza entre fondos de inversión pertenecientes a sociedades gestoras diferentes, puede tardar más.
Los traspasos entre los fondos de inversión no suelen estar sujetos a comisiones. Pero dependiendo de los fondos, los gestores pueden encontrar comisiones.
La venta definitiva de un fondo
Cancelar definitivamente la operación inversora de un fondo es una gran decisión. Pero que suele tomarse generalmente cuando se necesita liquidez o se ha cumplido el objetivo de inversión. En los casos en los que el fondo no nos satisfaga, el partícipe puede perfectamente recurrir a un traspaso, evitando las consecuencias fiscales y aprovechando la gran ventaja fiscal de estos productos financieros.